lunes, 20 de febrero de 2012

AL FINAL DEL OTOÑO


UNA TARDE EN EL JARDÍN

La tarde
se disuelve en un beso de lluvia.




El sonido del agua
dialoga con las nubes
secretos de jardín
escritos en troncos desolados.
Y yo quiero
añadir a su vegetación otoñal
el índice de mi futuro
y dejar en las raíces
el color de mis manos.
Cuelgo mi última mirada en las ramas
y empujo la tristeza
contra los bancos sudorosos.
Allí queda flotando el corazón

en un remanso de lágrimas.

ESTA POESIA, fue escrita a finales de febrero de 2009 un día de lluvia. Escuchaba música clásica y vino a mi mente la imagen de un jardín otoñal silencioso, solitario, olvidado por el tiempo y atado a una inmensa paz como añoranza de una época que no volverá. El recuerdo de las flores más sencillas, hace renacer la esperanza del perfume de amor en la inmensidad del poeta.